Y es que te amé tanto esa noche, que las amapolas desnudas se entregaron en tus sueños, como lo hicieron mis labios preñados de besos y mis senos erguidos y lozanos, como dos nardos que tiemblan al pasar los vientos…y en tus manos…florecí mil veces vida mía de mi alma, que la luna emitió un gemido y mis ojos se cerraron abrumados de tanto sentimientos que en tus labios, derramas con pasión sobre mi piel…
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...