A MI HIJO
Tú, mi pequeño valiente
mi hijo que sostienes en tus manos
el tizón bendito de la vida
que desciende de los cielos
ante el amor de Cristo y sus bondades
creciendo en tu cimiento fuerte
como dos pilares, anunciando el evangelio!
Eileen
A MI HIJA
Como una princesa…mi niña…tus ojos miraron los cielos.
Tu rostro de manzana sonrojada, despertó a la aurora…
y ceñiste tus pies descalzos, a los pasos de la vida.
Y en esa plenitud de aurora…brotaste como las guirnaldas
ante mis ojos asombrados y mi alma agradecida
de poder contemplar la gracia del amor y la bondad del alma
…mi hija!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...