jueves, 13 de septiembre de 2012

Cuarto Amanecer

CARTAS DE AMOR
Eileen Ovalle y Bernal Vargas


Perseo...pegaso...solsticio...

Ay de mis suspiros y de tus labios en forma de abanicos y mis sueños, mordiendo tus fisuras.

Así...como un ave en vuelo, explorando tu universo cálido y querido… porque tú…tan mío…ecuación de mi locura…libélula que asomas y te enciendes al llegar la madrugada, en medio de mis sábanas mojadas por los sueños derramados y las aguas que sea agitan al centro del velero que lleva los “te quiero” tan intensos…susurrando apenas como dos luceros en tus ojos, solar de nuestros cielos!

Manantiales frescos…espesor de los denuedos que en las bocas, son manjar de plenilunios…y el silbido de los vientos…cuando asoma en la ventana…despejando los silencios…y nosotros, sí…NOSOTROS…en ese sucumbir de estrellas, cuando juegan nuestras lunas y mi alma de gacela en celo…al filo de tu cuerpo…SIERVO BELLO…que salvaje te me acercas tanto…tú macho bravío que me tomas en tus brazos…con esa locura tuya que me embarga, me enciende y me desquicia…

Como flor preñada en tu pistilo erguido…mojando una vez más…mi nido!


Tuya con amor,
Andrómeda

-- ♥ --

Cúspide escarlata.

Ay de mis anocheceres sin ti… ay de esta flama que me quema… los confines del mundo saben de tu nombre Andrómeda mía… por estos clamores que me arrancan tus letras… estacas clavas en mi pecho por cada palabra tuya en la ausencia…

Ay amor, un dulce tormento sobre mi carne fluye y me empapa el alma... sí, tus labios rojos gimen en la noche y pronuncian mi nombre en silencio… despegas de mi carne la flor y la pones silenciosa en tu seno que se cubre de un manto tibio a mi palpo…magnolia que rompes estos lienzos y los lanzas a mi paso… sol que emanas el efluvio de la vida con tu canto, así te percibo, amor, así te siento y así te espero…

Un vendaval de estrellas hay en tu pelo negro y en esa sonrisa cándida que brota como un manantial cuando me miras… dime amada mía si en el silencio de la noche sientes a la distancia mi cúspide escarlata que te anhela, si hasta tu lecho llegan estos lamentos… ay, blanca sisella que revoloteas en mis atrios y te posas en los dinteles de mi alma, aquieta tus alas, pronto mi nave cubrirá esta cruel distancia y mis manos ejercerán su destino… tu libertad…amada mía… luz de mis noches… pasión de mis días…

Tuyo…
Perseo

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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...

Música del cielo