lunes, 3 de septiembre de 2012

La espera sin conocerte / Saúl Tuyub



Y amaneció silente la noche
y él descubrió el mar de tu cabellera
anclarse en los lagos bajos de tu vientre,
allí contempló el reflejo de la luna.

Y desnudó la sonrisa de tus labios,
alumbrando el horizonte más allá de la imaginación
mientras tu voz de embrujo arrullaba sus bramas
y en tu nombre él escuchó una canción.

Y sin embargo allí seguía,
solo en medio de sus alaridos,
como un gato solo,
como una guitarra rota,
como un mar sin playa,
como un poeta sin ti.

Y allí estaba,
clamando al cielo tu existencia
y que sus ojos dormidos
algún día conocerte puedan ver.

Y así el silencio mordió las horas,
mordió los cantos de las aves al amanecer,
también los días y los años
que en su correr fueron acumulando nieves
y las nieves robaron su luz.

Así fue que al pintar el ocaso
una caricia su rostro azul alumbró
y escuchó la voz anhelada
que cantó un nombre, tu nombre.

Fue así que el amor se desbordó en plenilunio
y coronó de fe su profunda espera
bastaron tres latidos, tres apenas
para entregar a ella su virgen vida entera.

La habitación no palideció,
ni un breve hálito ensombrecido de soledad
pudo nublar de ella sus grises ojos
pues no hubo despedida sino entrega eterna.


Poema de Saúl Martín Tuyub Castillo
Pintura de mi autoría aún inconclusa "El Ánima del Café y Alcatraces" 

1 comentario:

  1. Hola Eileen, que lindo poema que nos regala Saúl. Gracias amiga por tu calida amistad. Un abrazo, Paty

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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...

Música del cielo