En la ciudad de los lamentos, deambulaba un sueño que llevaba el nombre de la nostalgia sostenido entre sus manos…y en la inhóspita alusión de los olvidos…caminó desnudo como un nómada de bruma y llanto con destino hacia tus ojos…esos ojos tuyos de abismal negrura donde caben los otoños en la misma esquina que dobla hacia la luna…donde moran lo silencios en las faldas de la noche y los duendes corren sin destino y confundidos, en la búsqueda insaciable de una musa.
Y es que luego de la media noche los caminos empedrados se hacen agua que cae en las cascadas de mis labios y un susurro toma vida, evocando los trigales de los campos y las horas que jamás se han visto llegar a su destino…como el viento que aún guardo entre mi barca, esperando navegar hacia aquellos sortilegios donde esperan los sentidos, colgados como frutos y la hierba bordada de recuerdos crece tanto que ha llegado a tocar estrellas cuando el negro pergamino de los cielos se me acerca sin temor a mi locura!
Porque a solas, en la víspera de un verso…los poetas deshojamos infinitos y bebemos de la lluvia, el sabor de las tormentas, antes de callar de golpe ante el grito de la aurora que nos mira sigilosa destejiendo sueños y atrapando lunas, con las manos rotas!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...