El final de nuestra historia

Y te amé…es verdad
con la garganta seca,
las manos llenas
con los sueños rotos,
y aún de pie y sin destino,
con rumbo a lo inaudito

Te amé con mi locura
…es verdad...
y aún mi bien,
en la cordura más ceñida
colgando en mi ventana

Te amé despacio en esas noches
de inmensidad callada…
y en la prisa de las horas
cual péndulos desnudos
anunciando madrugadas

Con la voz de un verso
que se calla en la mirada,
y a veces sin querer…
te amé gritando al viento
mi triste desventura!

Te amé como luz perlada
de una cigarra que ha volado
más allá de los jardines,
perdiéndose en la selva
sin poder volver a casa

Te amé en la calma, si
y en todas las tormentas…
en tu pasividad que mata
y en el fuego,
de todas mis quimeras!

Quise tomar tus manos
con mis dedos llenos de sueños,
y quise levantar tus pasos
con la fuerza de los míos
y tú…ni te moviste!

Y empezaste a aniquilar
mis esencia…
con tu absurda indiferencia
y ese afán herido,
de no tener ni un sueño
forjando tus caminos

Y te amé aún en tu fracaso...
pero me ganó las fuerzas
tu impávida inconsciencia
y el diluvio de tu canto -sin razones-
queriendo convencerme
que me amabas!

Eileen