Cuando los minutos se detienen
y se estrechan las horas
en las manecillas indecisas del tiempo...
yo he visto cómo emigran las golondrinas
remontando hacia el olvido.
Y es que cuando gritan las auroras
y el invierno se cuelga de la noche
mientras gotea en la ventana...
he visto cómo se disuelve una lágrima,
de mi rostro... hasta los bordes de tu ausencia.
Porque a veces hay tanta bruma en los caminos
que las musas se pierden en la noche
y los duendes susurran en silencio
mientras veo el infinito hacerse tan pequeño
y perderse en la inquietud de tu mirada.
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...