Te acaricio en la ciudad dormida
de los sueños y elevo el crepúsculo
a la altura de tu rostro
para caer desde tus ojos
al solar intenso de tu boca
En un amanecer callado
que susurra un sentimiento.
Me despojo de las horas, de las sombras,
las memorias y el pasado,
que dejo colgado en el armario…
para llegar desnuda hasta tus brazos,
donde crece el alma
En se palpitar de sentimientos
que nos pertenecen
Callo la voz de los vientos
y recojo con mis faldas
el último anochecer de tus ojos,
bordando a mares tus navíos
con destino hacia mi ombligo
Donde en leve intensidad amado mío…
habrás de beber mis aguas
Y sin ninguna pretensión te siento mío,
en medio de la oscuridad ceñida
a esta cintura mía que rodeas
con tus manos apretándome los poros
Mientras gimes con el suave palpitar
de mis silencios
Hay ciudades infinitas
donde los duendes cantan,
y las musas trenzan sus cabellos
con un trozo de luna cristalina
que recogen de la lluvia
En esa tímida región de la locura
donde la piel desnuda se hace brisa
Allí…en ese lugar perfecto
de tu rostro redondeado y suave
que asoma a la ventana de mis ojos
y titila como estrella en madrugada
diciendo que te quiero
Yo he visto mi bien…a las caracolas
jugar con tu sonrisa, como espuma blanca!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...