Ay de mi boca, la que tantas veces se atrevió a besar el eco de tu sombra y la nostalgia que se cuelga como un fruto de los árboles callados, surcando la avenida.
Pero esta tarde, ante la paráfrasis vertida…que se germina, marchita y se repite…mi silencio se apega a tu mirada y calla en tus labios, susurro nocturno en la ciudad de mis suspiros, donde tantas veces, te encontré escondido en esa esquina que dobla a mis costados para llegar al alma…
Porque luego de tomar tus manos en las mías y caminar juntos por la veredas solitarias de los tiempos…nos llegó la hora de la despedida y nos vimos a los ojos, perplejos del absurdo destino de los sueños, en ese punto tan sensible de la vida!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...