Y dónde habré de esconder
las alondras de mi alma
esas que vuelan infinitas
a tu capullo desnudo
y dónde dejaré los hilares platinados,
que destejí de la luna en tus cabellos
e incluso, no se cómo contener las estampidas
que habitan detrás de un verso
ya que imposible ha sido desistir a solas
de la plenitud de tu existencia
aún en los momentos rotos,
donde el alma llora tu desidia
y de toda la locura que cae
de los techos de la noche negra.
Presagios que se acumulan en las esquinas
detrás de las bancas solitarias
y a los pies de la alborada
los sauces contando tu historia
justo cuando voy -camino a casa-
con las maletas despobladas
y la insólita ecuación…
de no encontrarte!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...