De la caligrafía de tu cuerpo
he visto a mis labios
bordear tus pómulos ceñidos
a las curvaturas
de tu rostro intenso
Porque como un roble eres
en medio de mis campos,
imponente y erguido
como un amanecer dorado
al margen de mis ocasos
E inmaculada es la aurora
que a solas nos contempla,
cuando por la ventana
se cuelan los vientos y la vida
para arroparse en mi cintura
Y es que a veces
tengo esta sensación callada
de amarte tanto…
que de mis ojos
se escapan los silencios
emitiendo algún murmullo
Y tú…mi amor…mi bien, mi cielo,
en ese espacio donde me contemplas
cuando los nardos se enredan afuera
con los pistilos de mis dedos…
queriendo remover los mares
cuando las gaviotas vuelan
Porque después de conocer tus ojos
y sentirte mío en la península del alma,
me adentré en los poros de tu piel canela
y te entregué mis sueños…
temblando entre tus brazos
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...