A los pies del otoño me detengo
recogiendo un poco de viento y brisa
con estas manos mías de lluvia y grana
esparcida en las aceras de la tarde…
Mientras todos los olvidos
se arrebatan en los labios,
cuando un suspiro escapa
en las alas de la noche…
como una libélula preñada
de ausencia y luna.
Eileen
Preciosa, como tu don y tu alma!!!!!!
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