Jacarandas infinitas, que sueltan ese aroma a sueños apretados
oscilantes en la tarde, como tu paso, que asoma sorpresivo.
Así recorriste las sendas de mi vida, en un mágico recuerdo.
Grácil como las auroras que brotan de los cielos pintados de ocre
en la inmensidad de la alborada que se tupe de silencios.
Más allá de mi memoria lates…aún después del paso de los tiempos,
Como anunciando tu cálida existencia que permanece en un lugar seguro,
en un refugio de sueños que acaricio desde mi infancia.
Indeleble y eterno…como esos suspiros en la adolescencia
que se agita en esos ojos tuyos de luceros cristalinos que brillan en tu cara!
Me atrajiste a tu sonrisa, llana y espaciosa como la mañana…
y en medio de una multitud de sonidos - tu voz resonó como una campanada-
en la nívea intensidad de mi memoria que guardó sus tesoros en el alma.
Y cuando cayó la noche…destejí con mis versos el eco de tu esencia
que se escurrió en mis ojos y derramé mis letras, en estos papiros blancos,
que en suave intimidad…llevan tu nombre!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...