Con destellantes alas doradas, fugitivo llegas a mi, en seráfico descenso nocturno, para posarte en nuestro irresistible sueño clandestino, arraigado en lo recóndito del desenfreno, que oculto en la ilegalidad de la noche, se moja con el rocío de mi prisionero secreto profundo, perla sigilosamente caprichosa, donde tú, mi ángel, tú y solo tú, así no exista nada más, nadarás amplio en la pecera de mi alma, aguardando encontrar la salida explayante... hacia el sosiego infinito del azul del mar.
P-Car
Por la divina y exquisita Paty Carvajal
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...