Me siento en tu regazo
y cierro estos ojos míos,
tratando de escuchar al viento
que canta suavemente en tu ventana
y se agita en mi mirada…
Desbordo el alma y en un suspiro
me estremezco tanto…
que me tiemblan los sentidos a tu lado
y la noche, palpita en el silencio
pegada mi piel a tu costado…
Pergamino de sendas suaves
que conducen al Olimpo…
mientras danzo entre tus plazas
…de cristal y mármol…
ante esos ojos tuyos atrevidos
Y acercándome de puntillas a tu boca
le robo un beso a esos labios tuyos…
de incienso encendido y endulzado
con la abeja reina de mi vientre en celo
que destila!
Ay vida, es que me gusta tanto
reposar en tu cuerpo cálido…
como una amazona que desnuda
se inclina hacia tus aguas
y llega a beber de tus caricias
Y en mi cesto repleto de guirnaldas
arranco las corolas blancas…
y las mezclo con mis manos
que parecen dos racimos apretados
donde extraes los vinos nacarados
más intensos y te embriagas
Con ese vino dulce que destila
de todos los pliegues de este cuerpo
que es tuyo, mi dulce amado dueño…
y tocas del rostro hasta mi nido
y amor en un gemido…
penetras mi existir!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...