Muchas veces, lloré el desierto esparcido de tus campos agrietados, cunas de silencios tristes y recuerdos que palpitan en la hierba olvidada de mis prados, donde alguna vez germinamos juntos atardeceres tibios, más hoy morimos como otoños bajo el manglar del tiempo que sin piedad, nos arrastra con su olvido hasta la tímida antesala de la muerte.
Me abracé a tu sombra tan desesperada, intentando revivir tus ojos cerrados y manchados por el llanto de mi rostro, que llegaba a descender como los mares bravíos en tu cara de témpano y deshielo…apretado entre mis manos…
Le rogué a la noche me prestara el luto de su cuerpo y velé junto a los vientos tu silencio, que danza al compás de mis gemidos, que gritan el destierro de mi alma, la ausencia de tu boca y el canto de cigarras que mueren apagadas en mis labios, besando en la distancia tu recuerdo!
Muchas veces, lloré el desierto esparcido de tus campos…en los míos, que mueren en tus manos!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...