Ciego el hombre en la locura
con esa venda que carcome
hasta las horas
Anaqueles viejos
en esta historia...
de prisiones que tanto gritan
Las sombras
y tantas noches sin luna,
rompiéndose en la ventana
Y la mano herida
con la flor que muere
ya marchita
Y el hombre enfrascado
en ese agonía ilusa… sin memoria
mientras su tierra sangra
Y tan sólo el pan de vida
que te salva
en la palabra santa!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...