viernes, 26 de agosto de 2011

Inclemencia


En ese minuto exacto
en que el tiempo se detiene
y en tu boca…
se pronuncian los presagios

Mi alma temblorosa gime
y se esconde mi sombra
de tu ausencia
que arrastra mi nostalgia

Bajo todos los crepúsculos
que me miran atrevidos…
están tus ojos sujetos a los míos

Queriendo contener el llanto
que cae sobre aquel abismo
cubierto de salitre y mirlo

y sin embargo, las campanas suenan
y se inicia la marcha hacia el olvido,
con ese paso cansado y desvalido

Y avanzo mi vida en el suplicio…
como un huérfano que herido
añora lo perdido en soledad!

Eileen

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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...

Música del cielo