lunes, 1 de agosto de 2011

Querida e inolvidable Eileen

En la primavera de tu alma, bañada por el rocío de la poesía, los jardines despiertan con el trino iluminado de tu corazón en el cielo de tu voz.

Antonio Escobar Mendivez



Querida e inolvidable Eileen

Qué agradable es contemplar
dos pensamientos unidos
con los verbos encendidos
como las olas del mar.

Allí podemos hallar
el calor de la ternura
y en cada verso dulzura
que sale del corazón,
se siente cada emoción
tal de la flor, su tersura.

Tal de la flor su frescura
porque se siente en tu voz
una caricia de Dios
con su bendición más pura.

Cada verso va a la altura
de tu tierno corazón.
Poesía sin parangón
que escribes Eileen Ovalle
queda tatuada en el talle
de tu alma. Es tu canción.

En el dueto se refleja
tu mano y tu poesía
porque le das armonía
y unidad de una madeja.

Por el mensaje que deja
y crece como arroyuelo
y repta y va hacia el cielo
que se abre con tu ternura
de tu creación tan pura
que tiene de ave su vuelo.

Va mi abrazo, mi embeleso
mi algarabía total,
y va mi huella cabal,
para tus labios,un beso.

Disculpa al niño travieso
que te escribe esta tonada
y te envita a su enramada
para hacer más poesía,
se haga más ancha la vía
en el alma enamorada.

Besos,
Antonio

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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...

Música del cielo