Me quedé temblando en el tabernáculo desnudo de tu alma y el tiempo asechando como fiera relamía mis heridas y los sueños desgranándose mi bien en mil pedazos.
Me quedé escondida en la noche que estrellada llegaba a vomitar con sus luceros los rayos destellantes de una sombra que huía y me dejaba al descubierto.
Y repetí mil veces tu nombre que desgarra y se cuela entre los gritos del silencio y gime de nuevo como un lobo que espera entregar su último alarido en la garra mortífera del duelo.
Sí…me quedé dormida en tu guarida incierta y las redes de tu huella me atraparon como finas telarañas que enrejadas, quisieron encerrarme en tu pasado, que aplasta como mármol quebrantado, la triste soledad de mi sentir!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...