De leche y mermelada las tardes del pueblo
y el tren en la estación del alma, que avanza
y se pierde en la memoria
como un susurro suave de zorzales
que en las ramas, anuncian cuando el alba
asoma desnuda su mirada y amanece…
Ay cuanto añoro las meriendas con la abuela
y sus cantos de guitarra blanca…su cara…
de mirada dulce y amorosa como alondra
que adornaba mi ventana con sus rosas
y mi vida…con su risa de cigarra…
De leche y mermelada las tardes de mi alma
que afloran en recuerdos que me encantan,
de mi dulce intimidad entre mis sueños…
la inocencia en mi niñez…alma de niños…
y mi suave juventud…entre jilgueros!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...