Valles infinitos,
aflorando en la comarca,
mientras vuelan los silencios
con el viento
y nuestras almas,
se desvelan...
Esas noches sin morada,
que otra vez huelen a olivo
y a un puñado de guirnaldas,
entre duendes y nostalgias,
donde cabe tanta vida,
en los ecos del amor!!!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...