Hoy
te llamaré ocaso que agoniza en la ladera
apego que se quiebra en la noche
como cristal de estrellas – y libélula
infinito que no regresa cuando el alma llora
y duele la nostalgia, muriéndose allá afuera
Hoy
te llamaré noche que se despedaza a solas
cayendo como lluvia negra sin fronteras
…camino de piedra que me atrapa…
entre el risco altivo de tu vida y mi tristeza
y que se queda
Si…
hoy te llamaré mil veces con mi llanto inerte
con el mutis de mis ojos apagados…
entre lágrimas de piel y sangre
en este olvido que no quiere ser olvido
entre tu olvido!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...