Que terrible es acariciar los techos que se nos caen por encima,
en esas tardes cuando la lluvia pesa más que la conciencia
y el ébano pintado de tus pupilas negras,
resalta como sombra añeja bajo mis pestañas tan espesas,
como la nostalgia que ahora nos embarga...
Allí…en esos lugares escondidos…
donde hemos llegado a encontrarnos tantas veces,
en esa soledad que aflora entre tus manos y un pasillo ya olvidado,
donde el andar cansado se hizo polvo y la huella...
un trozo de viento en la memoria...
Y entre la tristeza del color de la noche y la palidez de tus mejillas
encontré el camino hacia tus labios,
marcados por los surcos húmedos de una lágrima
que lentamente se deslizó dormida, como una nómada…
en ese rostro de ausencias y otoños apretados en las manos
Allí…donde forjé mil veces los bordes enlutados de tus ojos
y las pestañas que azotan a los vientos, en ese parpadeo tuyo
tan intenso, queriendo contener un sueño…
con el látigo de una mirada que arranca los sentidos y se evita
Porque luego de evadir los mundos que ahora nos separan
y las horas que alguna vez acercaron nuestros tiempos
el reloj cayó a pedazos como péndulos heridos
y apuntó las flechas de sus agujas mutiladas,
hacia el centro de tu alma abandonada en su guarida
Avancé tan lento, que me encontré al ocaso cayendo tantas veces
sobre los caminos inciertos que recorrimos juntos…
y a las margaritas blancas, marchitas y llenas de nostalgia
…que se tiñeron de púrpura y esmeralda…
bajo las sombras de un abeto erguido hacia el olvido
amenazando al viento con romper sus crestas en los cielos
y llorar atardeceres muertos…
Y es que me abruman esos techos que nos caen por encima
por el peso del olvido, el temor y la aventura no vivida…
más la sombra de los gatos callejeros que le aúllan a la luna
mientras caen las estrellas cual racimos como uvas…
mientras bebo el vino clandestino de tu olvido
Y es que caminé descalza sobre la hojarasca y tu destino,
laberinto que me lleva a la locura y me acaricia…
después de haber caído el cortinaje roto
en ese teatro solitario de mi vientre y nuestra ausencia
otra vez...tomados de las manos…!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...