La noche, se descubrió indecisa
el canto de los grillos, inquieto
y la cigarra en tu estupor callado
encendiendo
La alborada indefinida entre las sombras
y los sauces, llorando en soledad
la triste magnitud de aquellos hombres
que talan sin dolor…esa simiente
El eco de los vientos…avanzando…
sin prisa en su candor intenso…
cruzando las montañas y aquel cielo
llorando una vez más…invierno
Ay de aquellas horas que se tiñen
cuando el tiempo canta
y la libélula otra vez, se posa
amor sobre tu estrella blanca
Sí…
la noche se descubrió indecisa
y mis labios en temblor ceñido
susurraron un te quiero…
en todos los rincones de tu olvido!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...