Y me asomo a tu ventana de finos cortinajes blancos y te miro…allí callado, en ese estupor latente de mi suspiro y acaricio tu sombra leve…y aunque el tiempo me apresura a veces, no dejo de contar las horas de soñar contigo, cuando duermes como un duende mágico en las nubes azuladas de mis versos y te llevo hasta mi cálida guarida y te secuestro en un latido que de nuevo se acompasa con tu alma y con los frágiles susurros de un poema!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...