Acariciaba tus cabellos
retoño de buganvilias,
entre dos racimos nacarados
de escarcha y noche…
la infinita desnudez del alma
Eslabones matutinos
son tus ojos que al abrirse
conducen al azul del cielo
y en un cálido aleteo subes
como un sortilegio eterno
entre tus plumas de jilguero
en manso vuelo
Acariciaba tus cabellos negros
de noches de azabache que te arrullan
como si fueran dos zafiros
entre el pacto nocturno de tus ojos
y mis labios…
susurrando que te quiero!
Eileen

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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...