A veces los días pesan más que las noches profundas sobre techos rotos y tejas de carbón y de silencios, que arden ante el fuego de la bruma que en el alma, nos calcina los sentidos y nos duele tanto, que gemir callado es un suplicio y aquel grito ahogado es un martirio…
A veces…las horas nos miran con sus agujas apuntando a la tristeza y el tiempo se cuelga de los ojos, como dos lágrimas heridas que desangran un dolor que intenso, que en el rostro, nos recuerda que hay amores que en verdad, cobran su precio!
Eileen

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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...