Y es que la veleta blanca y plata de su barca surca los mares bravíos y reposa con calma, como un cántaro bendito que sosiega y se mezcla con la arena consentida de sus playas, donde avanza…y va dejando huella, vida mía...de noches…de luceros y centellas… que brillan en cada estrella cuando me acaricia el alma!
Eileen
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...