Invernal

Y anunciaste el sufrimiento
de mis golondrinas...
con la triste helada
de todos tus inviernos!

Fue tu mirada fría

la que me indicó el momento de tu partida

y fue la tuya... el sepulcro innato de mis labios,
sellando mis sentidos

Lo nuestro fue como esa hoguera que ardió sin tregua

hasta ese día frío que te vi partir

con la tormenta de tus desatinos

por el bálsamo cernido a tus costados...
por las horas que juntos, contuvimos...
por los pasos dejados en las sombras...
y tus manos, de grietas mutiladas!!!

No...

jamás podré sumar los momentos ahogados

en esa esperanza vana de alcanzarte,

¿dónde quedó aquello de perderse

en el tiempo y el espacio...

Cuando tú y yo éramos todo

y nada al mismo tiempo?

Los helados segundos se plasman en mi alma

y abofeteándome se ríen de tu ausencia

pero me dejaste, tendida en las auroras muertas...
en tus pasillos recorridos tantas veces...
como una gaviota herida
después de que bajaron todas las mareas...
y tus ojos, puñales clandestinos,
despidieron mi mirada intensa
y la colgaron de las sombras
y el dolor de tu despecho...
más allá del huerto donde germinamos

Y muy al final de ese inmenso pasillo recorrido,

veo tu sombra... Veo tu olvido.

Otras veces, muy pocas, veo esperanza...

Veo la luz de tu retorno, pero despierto

y me doy cuenta que son sólo sueños fallidos

porque entre bruma y sueños...persisto...
te miro y te anhelo..susurro de mi canto...
gemido de mi llanto...insomnio de mis noches
y lagunas tristes, donde bebo tu desprecio
...ansiedad mía eres...mi bien...mi amor...mi ausencia!!!
en esta ciudad que grita despedidas!

Pero...muy a pesar de lo que creen...

no desprecio ni aborrezco tu abandono

porque es origen y la fuente de recuerdos

que me elevan a rincones impensables

de tu alma y de tu ser...

Eres mía... solo mía!... afuera habrá nieve...
Aquí...una hoguera de recuerdos...

DUETO

Marco Antonio De León Vilaseca y

Eileen Ovalle