Soberbio el viento...
la noche sintió su frío
sangraron las veredas
esos otoños incontenibles
y la tarde giró hacia esa esquina
donde reposa tu ausencia intacta.
Pues nómadas mis ojos…
buscaron tus lunas plateadas
y el quejido de los sentidos
escalaba la garganta seca
en complicidad solemne con mi boca
que pronunció tu nombre
y mi rostro un poco pálido y distante
recordaba tu sonrisa.
ay de los cordeles que atan a la memoria
y de los recuerdos tristes que la preceden
de los mares infinitos, colgando de sus aguas
y de aquellas gaviotas blancas y olvidadas.
Y aunque he llegado a suspirar luceros
y alondras dormidas en tu nido
te sigo sintiendo ausente…
en este cúmulo de espacios apretados
y derramo mis manos,
como caricias que buscaban su guarida.
Y pongo un alto en el camino
Para mirar inquieta, lo desconocido
Y reconocer el ámbito que ciñe tu silueta
avanzando hacia la nada
allí donde habita tu ciudad tan desolada...
como un fantasma, en urnas de cristal y hielo!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...