Y en medio de todo el laberinto de sentidos,
la noche se desgarra sin piedad alguna,
ante el grito de mi alma...
y es que hay veces, que la pena me supera
y mis lágrimas se quiebran,
como lo hace la tormenta en la ventana...
y quién hubiera dicho, que tu sombra calcinada...
que tu paso sin destino, que tus ojos clandestinos y tu boca,
quebrarían mis cimientos como lluvia
y que toda la perfidia, de tu pálida locura,
dejarían esa sombra, con la huella que desangra,
el dolor de cada paso, despidiendo tu ilusión.
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...