El mundo cambia, sí… eso es innegable… y sin embargo las estaciones permanecen y las horas, continúan su ritmo implacable hacia todos los tiempos albergando
olvidos… la ciudad se destiñe un poco cuando la madrugada se apodera de los sueños y la noche, la mira en silencio como queriendo robarle un beso
Y qué culpa tiene el viento si el aroma de los eucaliptos se escurre por tu cuerpo y mis labios, pronuncian un te quiero, más allá de la línea que divide el firmamento…
Gemido de luz… pudor desnudo… instancia que me empapa y me alucina, como tu mirada, mi vida, en este despertar de las magnolias, apretándose en mi almohada…
Y es que la humedad del elixir que se contrae en mis entrañas se empieza a confundir con la locura de tu fuerza innata penetrando el alma…
Es que te he dicho que te quiero, sí… en verdad te quiero, como un susurro abrazando el infinito y que logra doblegar a mi universo!
Eileen
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Que la palabra escrita...se grabe en tu pecho...y tu recuerdo en mi memoria...