Desciendo lento hasta tu huerto saturado de manjares y de hierba verde, con ese olor a crisantemos y eucaliptos (besando al aire) y esa menta de tus campos frescos, apretando un beso
Desciendo lento y desprovista de los mantos que han cubierto tu figura bella, monzón de lluvias claras empapando el alma y mojando las fisuras más secretas (con su tibia esencia) que destila como sábila perfecta por mi piel morena…te retengo...
Y aventuro mis sentidos vida mía…en los claros infinitos de tus ojos pardos y conquisto como niña tu mirada…ay eterna enamorada…de tu dulce corazón que en su morada, me resguarda, me consiente y me engalana, como rosa en primavera, arrullada en tus montañas…
Y conjugo entre tu verbo la caricia, mi sentir y la ambrosia, que regada en tu guarida me alimenta y me sustenta en la mañana, como un bálsamo exquisito, con la luz de tu solsticio y la aurora que en tu cara se derrama entre la calma de tu alma y tu cálida mirada…
Allí…entre al abrigo de tu abrazo, mi descanso se hace canto y de mi boca, como suaves pajarillos, se oye el trino de mis sueños más queridos, saludando, amado mío en el silencio…la belleza de tu dulce corazón!
Eileen
Que preciosura con que escribes tu especial y romántica prosa amiga. Para sucumbir!!! Eres muy linda. Paty
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