Y se abrió paso el recuerdo que venía apresurado a colarse entre mis ojos (anidando el alma) como ese refugio suyo tan tibio y consistente, donde a veces la nostalgia le susurra en el gemido que acaricia su memoria… y el recuerdo se durmió sobre mis párpados cansados y ató sus manos a mis pestañas apretadas, como grilletes de silencios, para no caer al precipicio del olvido y romperse en mil pedazos…
Y se aferró a mi mente fuertemente, con el grito de la ausencia que revela aquel pasado que se ha ido (y que insiste en regresar a su morada) donde en silencio, aprendió a vivir ceñido entre mis brazos y es por eso que en verdad me extraña!
Eileen
Que prosa amiga linda....que intensidad que cae por tu pluma al pergamino del alma... Estoy extasiada con tu poesía, tu sabes que me fascina... Te quiero mucho ami. Paty
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